La infertilidad afecta aproximadamente a una de cada siete parejas, lo que significa que no han logrado concebir un hijo a pesar de mantener relaciones sexuales frecuentes y sin protección durante un año o más. En hasta la mitad de estas parejas, la infertilidad masculina es un factor contribuyente.
La infertilidad masculina puede deberse a una baja producción de esperma, anomalías en su función o bloqueos que impiden su salida. Diversas condiciones médicas, lesiones, problemas de salud crónicos, elecciones de estilo de vida y otros factores pueden influir en la fertilidad masculina.
Causas Médicas de la Infertilidad Masculina
Varicocele
El varicocele es una dilatación de las venas que drenan el testículo, lo que puede provocar una disminución en la calidad del esperma y, en consecuencia, infertilidad. Esta condición es tratable y su corrección quirúrgica puede mejorar la fertilidad.
Infecciones
Algunas infecciones pueden interferir con la producción o la salud de los espermatozoides, o causar cicatrices que bloquean su paso. Entre estas se incluyen la inflamación del epidídimo (epididimitis), de los testículos (orquitis) y ciertas enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o el VIH.
Problemas de Eyaculación
La eyaculación retrógrada ocurre cuando el semen ingresa a la vejiga en lugar de salir por el pene durante el orgasmo, lo que puede provocar infertilidad. Esta condición puede ser consecuencia de diabetes, lesiones en la médula espinal, cirugías de vejiga, próstata o uretra, entre otras causas.
Anticuerpos Antiespermatozoides
El sistema inmunológico puede producir anticuerpos que atacan a los espermatozoides, considerándolos agentes nocivos, lo que dificulta la fertilidad. Esta condición puede surgir tras una infección, lesión o cirugía testicular.
Tumores
Los cánceres y tumores no malignos pueden afectar directamente los órganos reproductores masculinos o las glándulas que liberan hormonas relacionadas con la reproducción, como la glándula pituitaria. En algunos casos, las cirugías, radioterapias o quimioterapias utilizadas para tratar tumores pueden afectar la fertilidad masculina.
Testículos No Descendidos (Criptorquidia)
Durante el desarrollo fetal, uno o ambos testículos pueden no descender desde el abdomen hasta el escroto. Esta condición aumenta el riesgo de disminución en la calidad del esperma y, por ende, infertilidad.
Desequilibrios Hormonales
Alteraciones en sistemas hormonales como el hipotálamo, la glándula pituitaria, los testículos y las glándulas suprarrenales pueden afectar la producción de esperma. El hipogonadismo masculino, que implica una producción deficiente de testosterona, es un ejemplo de ello.
Ciertos Medicamentos
Algunos medicamentos pueden afectar la producción de esperma y disminuir la fertilidad masculina. Por ejemplo, el uso de finasteride para tratar la caída del cabello puede alterar la espermatogénesis, aunque estos efectos suelen revertirse al suspender el tratamiento.
Problemas con las Relaciones Sexuales
Disfunciones sexuales como la disfunción eréctil o la eyaculación precoz pueden dificultar las relaciones sexuales y, en consecuencia, la concepción. Estas condiciones pueden estar relacionadas con factores psicológicos, enfermedades crónicas o efectos secundarios de medicamentos.
Diagnóstico y Tratamiento
Si una pareja tiene dificultades para concebir, es esencial que ambos miembros se sometan a una evaluación médica. En el caso del hombre, se pueden realizar análisis de semen, pruebas hormonales, estudios genéticos y evaluaciones físicas para identificar posibles causas de infertilidad.
El tratamiento dependerá de la causa subyacente e incluirá:
- Cirugía: Para corregir varicoceles o reparar obstrucciones en los conductos deferentes.
- Tratamientos para Infecciones: Uso de antibióticos para tratar infecciones del tracto reproductor.
- Tratamientos Hormonales: Para abordar desequilibrios hormonales que afectan la producción de esperma.
- Asistencia Reproductiva: Técnicas como la inseminación intrauterina (IIU) o la fertilización in vitro (FIV) pueden ser opciones cuando otros tratamientos no son efectivos.
Es fundamental consultar con un especialista en fertilidad para determinar el tratamiento más adecuado según la situación específica.
